Fugas de combustible diésel del racor del tubo disipador de los inyectores montados en el motor a la junta del conector del tubo distribuidor de retorno pueden acabar entrando en el hueco de los inyectores de la culata.

Si el defecto ocurre, el diésel puede salirse hacia el piso así como hacia el sistema de escape y al turbocargador, donde existe un incremento en el riesgo de un incendio en el vano motor.

Se examinarán los vehículos en busca de indicios de fugas de combustible. Si hay una fuga, el técnico cambiará las juntas tóricas de los racores de los inyectores e instalará un nuevo tubo distribuidor con una herramienta de alineación para garantizar la resistencia del conjunto.